El domingo 12 de mayo celebramos en la Iglesia la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, única convocatoria permanente propuesta por el Concilio Vaticano II, previsto por el Decreto Inter Mirifica. Esto pone en evidencia la larga mirada al horizonte que la Iglesia tuvo ya en los años 60 sobre la repercusión social que poco a poco irían teniendo los medios de comunicación en la opinión pública y, en lo que a nosotros respecta, en la transmisión de la fe.
El problema ha llegado por la descompensación de ritmos que se ha producido entre los avances de la técnica de la comunicación y la reflexión ética que de debe acompañar su práctica. Como en otros campos, como el científico o la medicina, los descubrimientos se producen de una manera tan vertiginosa que no da tiempo reflexionar sobre su adecuación y su correcto uso.
Esto está sucediendo en concreto en las llamadas redes sociales, que si bien han proporcionado una oportunidad única de establecer relaciones, mantenerlas en la distancia e informar en tiempo inmediato, puede prestarse también a ser un espacio donde refugiarse en el anonimato para no afrontar la relación personal física, aumentando las posibilidades de aislamiento social.
Este riesgo y otros son los que analizan los distintos Mensajes de la Iglesia para la celebración de esta XLVII Jornada. Pero no lo expensa a modo de advertencia, como puede verse en otros documentos, sino de manera propositiva, descubriendo en estos canales sociales una posibilidad de entrar en una sana y verdadera relación y desde ahí poder establecer un camino de evangelización.
Otra de las notas características que acompañan estos mensajes de la eclesial es que a la vez de transmitirlos los pone en práctica de manera evidente. Pocos días después de hacer público en Mensaje para esta Jornada, en la Fiesta de San Francisco de Sales, el Papa emérito, Benedicto XVI entró en la comunidad twitter, como ya pude comentar en otro de los post. Hoy, la cuenta personal de twitter del Papa Francisco ha superado los seis millones de seguidores. A través de estos twitts. El Santo Padre va lanzando mensajes esperanzadores que parten del Evangelio y de la vida dela Iglesia.